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miércoles, 28 de marzo de 2012

El verdadero sentido de la religión en Marx. No exactamente "opio del pueblo".

Algunas notas sobre la manida frase de Marx: “La religión es el opio del pueblo”. Aclaraciones.

Die Religion….Sie ist das opium des volkes ( “La religión es el opio del pueblo “ ) . Es quizás la frase más manipulada . Lo que dijo en La Contribución a la crítica del derecho de Hegel: La miseria religiosa es , a la vez, la expresión de la miseria real y la protesta contra la miseria real. Y añadió: la religión es el suspiro de la criatura oprimida, el sentimiento de un mundo sin corazón, el espíritu de una situación sin alma. Es el opio del pueblo. Se necesita la abolición de la religión entendida como felicidad ilusoria del pueblo para que pueda darse la felicidad real.
NOTAS ACLARATIVAS:
-          Puede  ser entendida como  autoengaño del propio pueblo: opio del pueblo. Esta es la idea que más corrientemente se ha difundido. Esta idea está muy cercana a la idea de Freud de Dios como pura proyección psicológica, aunque en Freud existe, también , la idea de la religión ( Dios ) como “complejo de culpa”, “la idea de un ancestro padre protector” o “la religión como el porvenir de una ilusión”. En Marx, esta proyección psicológica tiene más tinte socio-económico. No hay que dejarse atrás en todo esto a Feurbach.
-          Opio para el pueblo. La jerarquías eclesiástica crea vanas ilusiones en el pueblo para que no se manifiesten contra la miseria real . Los poderosos utilizan a la religión( sus falsas ilusiones)  como un regulador de su propio poder. Una simple desviación, la religiosa, que aparte al pueblo de la idea de unan transformación social: de un Cielo en la Tierra. Puro estoicismo y resignación.
-          La religión es un epifenómeno , sólo una proyección, de un malestar social. Este epifenómeno hace más llevadera la existencia, una existencia de por sí inaguantable, pero amortiguada por el epifenómeno religioso .
-          La religión es una protesta contra la miseria real. La mayoría de las religiones, entre ellas la cristiana, han  nacido en contexto sociales de injusticia. Han encontrado eco entre los más desfavorecidos: esclavos, siervos, mujeres…. Interesante el fenómeno del nacimiento del movimiento rastafari, en una época una filosofía de vida, hoy ya una religión reconocida oficialmente, distinta de la Iglesia ortodoxa etíope. Jamaica años 30: discriminación racial, reciente esclavismo, pobreza absoluta entre los negros, dominación de la minoría blanca, etc.….. Otro ejemplo : la separación del budismo del hinduismo en el sostenimiento por parte de éste de la división en castas. La religión, así entendida, puede ser revolucionaria.
 La mayoría de los inicios de las creencias religiosas vienen acompañadas de situaciones paupérrimas o de opresión político. Con el pasar del tiempo, ese paralelismo puede quedar desligado. El cristianismo histórico primigenio ya no es comparable, a partir del S. III, con el posterior cristianismo institucional ( catolicismo).  La religión, por lo tanto, es , o puede ser, un impulso para la rebeldía y la protesta social. Pensemos en la Teología de la Liberación ( vuelta al cristianismo histórico-social ).
Fdo. Matías Cáceres. Villanueva de la Serena. 28-III-2012

miércoles, 7 de marzo de 2012

sobre conflicto-error- utopía-y-distopía. AR. de las Heras y Matías Cáceres

Hay palabras que cargan con una valoración negativa,
y ésta se revela en el lenguaje coloquial.
Se aceptan y usan con ese sentido 
sin que pase por el tamiz de la reflexión
ya que están incrustadas como valores de mentalidad.

Una de ellas es “conflicto”. 
La utilizamos cuando algo perturba el orden establecido,
sea cual sea la escala de donde se produce.
Conflicto supone alteración. 
Incluso se confunde con violencia,
y así se difumina la distinción entre un conflicto y una situación de violencia.
Confusión que se agrava cuando además se asocian a la violencia acciones agresivas.
El conflicto se entiende como violencia, 
y la violencia se cree que siempre viene cargada con la metralla de la agresividad.
El conflicto, por tanto, es perturbación.

Sucede lo mismo con el término “utopía”. 
Calificar una propuesta de utópica es considerarla imposible.
Utopía es una ensoñación imposible.
Así que si se quiere anular a alguien 
se le tacha de utópico,
y si es desatender un proyecto, petición, etc. 
se dice que tal pretensión es utópica, inalcanzable,
una pérdida de tiempo.

De manera que empeñarse en algo utópico,
por suponer una pérdida de tiempo,
es un error;
y crear una situación de conflictividad,
al ser una perturbación
(no olvidemos que llamamos perturbado a alguien que ha perdido el juicio
-¡y los perturbados son conflictivos!-),
es también un error.
Ya que errar es desviarse.

¿Y por qué va a ser negativo desviarse?
Porque se añade la consecuencia determinista 
de que desviarse es extraviarse.
Se asocia un temor casi infantil
de que si te separas, te pierdes,
porque errar es sólo desviarse de lo establecido, 
de lo esperado.
Cierto que la desviación puede desembocar en un daño.
Por tanto, el conflicto puede encender la violencia,
y la utopía hacerse distopía,
extraviarse y terminar en un lugar,
es decir, en una realidad no deseada
y contraria a lo que la utopía buscaba.
Pero no necesariamente.
La explicación de la reducción de estas tres palabras a sólo su lado negativo
está en que a las tres se las extrae su componente de incertidumbre.
Un conflicto, una utopía, un error, 
son un riesgo,
porque abren una bifurcación de caminos,
uno de ellos perjudicial.
La seguridad de que esto no suceda 
es no llegar a esta encrucijada,
pues así no habrá riesgo de ir por el camino no deseado;
rechazar, por tanto, 
el conflicto, la utopía y la ocasión de error.

El precio que se paga es muy alto
ya que se acaba con la exploración.
Desaparece la posibilidad de cambio.
De encuentros fortuitos o imaginados,
sorprendentes o intuidos.
Nos quedamos encerrados en el valle de las certezas,
de lo regular y previsible.
No hay nada más seguro que repetir,
que confirmar, 
que convenir.

Facebook Antonio Rodríquez de las Heras. Catedrático de Historia , Catedrático de Historia de la Comunicación en Carlos III, Director del centro de Nuevas Tecnologías  Univ. Carlos III.



Estimado Antonio, siempre tan interesantes tus “reflexiones poéticas”.
Yo , si me dejan los “dos filliños” que tengo por aquí , voy a hacer aportaciones , peor que mejor:
Primero .  “Conflicto”. Tenemos que tratar de hacer una “desambigüezación” del término conflicto.
Russeau nos ofrecía una imagen armónica de la sociedad, frente a Hobbes que hablaba de una discordia social innata al hombre ( “El hombre es un lobo para el hombre” ). Se imponía por tanto un “pacto social” para no llegar al conflicto negativo, sangrante, entre los hombre. Eso sí, bajo la sombra de la distopía del autoritarismo.
La historia del conflicto social lo subrayó, pienso, muy certeramente Marx en el Manifiesto y en toda su teoría de la dialéctica social, manifiesta en el materialismo histórico. “ La historia de toda sociedad es la historia de la lucha de clases” ( en El Manifiesto ). Marx señala la permanencia del “conflicto” en toda sociedad ( inherente a toda desigualdad). Este conflicto se ha ido “regulando” ( termino que sabes apreciar, Antonio, en su sentido más significativo ) en  Occidente desde por lo menos la Primera Revolución Industrial, o bien por cesión de la clase dominante, o bien , por conquistas de las clases oprimidas ( en esto último, la protesta, el motín, la huelga, e incluso la violencia…, deja de ser una regulación “blanda” para ser un conflicto duro , una autorregulación por conquista de los oprimidos ). En qué proporción, la suavización del conflicto social, ha estado más de un lado o de otro es un largo tema  para tratar.
En cualquier caso, Marx habla de un conflicto “positivo” ( la utilización del voto como redención de la clase trabajadora) en las democracias avanzadas,en su tiempo , sólo Inglaterra y poco más. El marxismo no es, violento-conflictivo por sí. Sí habló de un conflicto “negativo” ( después el Leninismo y otros, también ) ,con violencia, en sistemas de opresión absolutistas ( pensaba en Rusia ), donde el conflicto como rebelión sangrienta era inevitable.
En cualquier caso, Marx, señala en el Manifiesto: “hasta nuestros días, la historia de la humanidad, ha sido una historia de luchas de clases. Libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores feudales y siervos de la gleba, maestros y oficiales; en una palabra, opresores y oprimidos, siempre frente a frente, enfrentados en una lucha ininterrumpida, unas veces encubierta, y otras franca y directa, en una lucha que conduce siempre, a la transformación revolucionaria de la sociedad o al exterminio de ambas clases beligerantes”. Y subrayo lo de “encubierta” y “franca y directa” porque la lucha, el conflicto, puede ser larvado o manifiesto, según la coyuntura o la mirada estructural. Pero haciendo esta  mirado estructural, de largo alcance, éste, el conflicto,  ha existido ….y seguirá existiendo en el hombre ( superada la desigualdades, aún  ), y con ello me desvío hacia otro tema, porque el reino de la necesidad, de la contingencia, estará siempre presente en el Hombre. Otra cosa es que mirando hacía atrás, podamos afirmar que el pasado nunca fue mejor, porque el reino de la utopía siempre se dibuja en la frente del hombre, ya que “todo ser, persevera en su ser” ( Spinoza ) , en proyectar su exitencia, en su necesidad de vivir, de vivir en una ética del no-conflicto. Este desiderátum es el que hace que el reino de la utopía se imponga, estructuralmente, sobre el reino de la distopía, de la sinrazón, entre otras cosa, porque los vencidos llevaban razón ( La razón de los vencidos ) . Tendremos momentos de retrocesos de “Walden two”; de “la guerra de las salamandras”; de “Un mundo feliz”; de “1984”, y de otras distopías, que hoy , de nuevo , nos acechan. Pero como perseveramos en el ser, confiamos en el triunfo de la utopía sobre la distopía, del bien sobre  el mal. Sólo necesitamos una mirada estructural y la superación de algo más que una “tortículis cultural”.

Segundo.- Error/errante.- Como me he extendido en lo anterior, voy a intentar ser más breve. Antes de Copérnico, muchos astrónomos había observado que algunos planetas ( planetas en griego quiere decir “estrellas errantes”, que deambulaban sin rumbo fijo. Esto es importante). Pues bien, antes de Copérnico, Eudoxo y Ptolomeo entre otros se afanan en poner orden (  Kosmos ) a esas irregularidades de los planetas errantes/ erráticos/que comentían errores porque unas veces ( Venus y Martes) se adelantaban y otras se retractaban y retraían. Se salían, pues, del Orden , del Cosmos.Eran Kaos-No Orden.  Había una solución para evitar el escándalo astronómico, algo más que astronómico, diría yo, porque conlleva aspectos homeostáticos religiosos, sociológicos, económicos…:  tiraron de lápiz, escuadra y compás y a base de epiciclos, exedras, “equantes”, puntos “equantes” , es decir , a base de geometría, de astonomía formal , ponían en su lugar las disfunciones de esos planetas erróneos/errantes. Siempre había un epiciclo para “salvar los fenómenos”, salvar las apariencias. Y es que la realidad era dañina por ser deforme, por ser física, por ser caótica ( Kaos y no Cosmos ). Copérnico, Galileo, Kepler , Newton…, con muchos disgustos, supieron superar la astrolomía de posición ( formal ) con una astrología física, real. Aquélla quedó dentro del campo de la astronomía , ésta de la astrología.
Al final una paradigma, si es científico, verdadero, acabará imponiéndose, con muchas dificultades y conflictos. Volveremos a tropezar, y repetiremos los mil y mismo errores , pero el ser que mira al horizonte tiene mucho por ganar y poco que perder. Y nos levantaremos…….porque ya no somos humus ( homínidos salidos de la tierra ) sino antropos ( “El que mira hacia el cielo”), hacía un más allá con ética. Y surgirán más conflictos, pero ya no “sangrantes”, cuando la sinrazón de unos cuantos sea sepultada en la noche oscura de los tiempos. Yo no lo veré, mis hijos tampoco, mis nietos, quizás,  tampoco………., pero hay un ACONTECER que  debe ser presentado como NECESIDAD PARA VIVIR. Y sólo hago una, sólo una, no mas,  promesa: seguir luchando por ella.
Un saludo Antonio. Voy a dar de soñar a los fillos, que ya es hora.
Fdo Matías Cáceres. FB. Villanueva . 5-Marzo-2012