EDUCACIÓN:
ACTITUDES Y SENSIBILIDAD O APRENDIZAJE ( APTITUDES )
En el artículo 23 de la LOGSE se señala “ En la definición de las
enseñanzas mínimas se fijarán las condiciones
en que, para determinados alumnos mayores de dieciséis años, previa su
oportuna evaluación, pueden establecerse diversificaciones del currículo en los
centros ordinarios. En este supuesto, los
objetivos de esta etapa se alcanzaran con una metodología específica, a
través de contenidos e incluso áreas diferentes a las establecidas con carácter
general”.
Bien ,como se
subraya, los alumnos de un programa de diversificación tendrán que
conseguir los mismos objetivos que aquellos que cursan la enseñanza secundaria
por la vía ordinaria, por lo que subyace un espíritu democrático y de igualdad
de oportunidades para todos los alumnos. Esto no conlleva- como señalábamos en
la revista del centro del año anterior- imponer la uniformidad educativa.
Simplemente se trata de conseguir estos objetivos mediante una metodología
globalizadora , interrelacional y más práctica de las distintas áreas que nos
permita atender a las capacidades, los contenidos y los campos de conocimiento
dentro del referente del currículo ordinario.
La idea interrelacional y globalizadora no debe ser
exclusiva de los ámbitos ( podéis
consultar las distintas materias que forman parte del programa en la
sección de educación del número anterior de la revista, así como podemos informaros más exhaustivamente de los
distintos ámbitos o materias en el Departamento de Orientación ), es decir, no
se trata sólo que desde el ámbito Socio-Lingüístico tratemos de interrelacionar
cómo se haya la Densidad , la Natalidad o Mortalidad de un país determinado con
las matemáticas del ámbito Científico-tecnológico; las gráficas de un
climatograma con el Taller de informática o con las tablas cartesianas del ámbito
científico; los problemas demográficos , el tema de Geografía de la
Industrialización ( ámbito S-L ) con
“Ecosistemas. Contaminación y tratamientos de residuos” del ámbito C-T o
con “Taller de reciclado artesanal de papel ( Taller Polivalente II ) , por no
decir lo evidente , relacionar “La
Historia de las Sociedades” ( Bloque III del ámbito S-L ) con la asignatura de
Cultura Clásica, por poner sólo algunos ejemplos. Esto, difícilmente podría
hacerse sin un buen clima de comunicación y de trabajo en equipo entre todos
los profesores que impartimos el Curso de Diversificación. Pero, sobre todo, se
trata de fomentar estos contenidos desde una visión más instrumental para que
el alumno tenga/tengáis la seguridad de que están /estáis aprendiendo algo útil
para la vida,( ya Séneca señalaba que
debemos enseñar para la vida, no para la escuela- non scholea, sed vitae est docendum- ) a que
conecten/conectéis con el entorno más cercano en que viven/vivís y, ante todo,
se trata de que seáis mucho más protagonistas de vuestro propia aprendizaje; de
que no seáis únicamente receptores pasivos, sino que participéis e investiguéis
sobre lo que estáis aprendiendo. De ahí que hayamos reforzado los contenidos con la elaboración
de unos Proyectos de las
distintas áreas, de los cuales nombro algunos: Diaporama sobre nutrición y
dietética, Construcción de juguetes automóviles con material de desecho,
Colección de minerales, Construcción de una minicentral eólica, Redacción de
una revista, Elaboración de un Atlas, Cómic histórico, Lectura y Grabación de
textos comentados...etc. Sin lugar a dudas, es un reto difícil y que conllevará
lagunas y errores, pero, muchas veces, es desde los errores desde los que
aprendemos y no olvidemos que el educador “se hace educando”.
Antes de pasar al verdadero tema que nos interesa en
este artículo: “ Educación frente a aprendizaje”, quiero mencionar algo a raíz
de lo señalado más arriba sobre la uniformidad ( vía ordinaria ) o diversidad (
vía extraordinaria ) en los programas de educación. Si la diversidad es
concebida, por un lado, y a veces, casi
exclusivamente, como un conjunto de
capacidades cognitivas que definen la capacidad de aprendizaje, y por otro,
cuando la diversidad es asumida y aceptada como la diversidad de origen
individual o social, esto afecta
negativamente al rendimiento y es así como la diferencia se convierte en
desventaja, académicamente hablando, y socialmente en desigualdad. Por lo tanto
debería quedar claro que la respuesta que se dé a la diversidad es una opción ética, antes que una
cuestión de eficacia docente o mejora del rendimiento de los alumnos. El gran
pedagogo brasileño, Paulo Freire – pronto conmemoraremos el primer aniversario
de su muerte- , nos hablaba de una unidad en la diversidad o de igualdad de las
diferencias, lo cual supone que todas las personas , sin distinción de clase
social, género, cultura o edad, tengan derecho a una educación igualitaria. La
diversidad no es el objetivo en sí; es el camino para llegar al verdadero
objetivo, que es la igualdad, impidiendo que ésta se transforme en
homogeneidad. Cuando la diversidad desplaza del primer plano a la igualdad, se
debilitan los esfuerzos por superar las desigualdades.
Veamos ahora el aspecto central desde el cual quiero
dirigirme: la necesidad de reforzar los aspectos afectivos, emotivos y
sensibles en los programas de atención a la diversidad, y en general en toda la
labor docente, porque aún no tengo claro que desde los presupuesto de la LOGSE
se priven estos aspectos.
Hoy en día, creo ver cada vez más claro los
fantasmas del Racionalismo. El
racionalismo educativo ( siempre nos referimos a los niveles secundarios
y medios de la Educación ) a duras penas ha conseguido desprenderse del
excesivo protagonismo conceptual y teorético en la práctica docente. Esto
conlleva dos peligros, derivados, en primer lugar, de entender la figura del
profesor sólo como enseñante ( ser transmisor de bagaje teóricos ) y no como
educador ( transmisor de valores éticos ), y en segundo lugar, el peligro que
supone la poca importancia que damos al aprendizaje de emociones y actitudes en
la práctica docente. Dos inconvenientes, sin lugar a dudas, relacionados.
Pasemos a analizarlos:
En primer lugar, podemos afirmar que toda pretensión
meramente conceptual, teórica, excesivamente cientifista conlleva numerosos
peligros dentro de las distintas ciencias, en general, y en la educación (
Pedagogía ) en particular:
Si sólo enseñamos las ciencias como
lo que son, sin valor moral, sin “lo que debería ser”, sin conciencia, estamos
abocados a un mundo más deshumanizado. Si aprendemos Química sólo para producir
sustancias tóxica ( armas químicas ) ; Economía para depredar más la
Naturaleza; Física para generar bombas atómicas; Matemáticas Aplicadas para el
control informático de nuestras vidas privadas; Estadística para la
justificación fría de los varemos del desempleo; Historia para la comprensión (
“lógica” ) de la rapiña ejercida a los indígenas americano o Psicología
reflexiológica ( en bachillerato habéis oído hablar del perro de Paulov ) para
control del cerebro ( recordad la película “La naranja mecánica ), nos vemos
abocados a la muerte colectiva como Humanidad. Una ciencia sin conciencia, sin
ética, sólo tiene validez dentro de los
esquemas de los más poderosos. De una Razón descarrilada, fría y calculadora
que ha olvidado el sentido del corazón en las relaciones humanos, de una razón
o ciencia sólo centrada en el Entendimiento y que no ha sabido servirse del
sentimiento sólo cabía esperar la lógica del egoísmo , del “sálvese el que pueda”. Unamuno afirmaría
: “Si las matemáticas matan, las matemáticas son mentira.
¿ Y qué decir de la Pedagogía, en particular?. ¡ Qué no os ocurra lo que le
sucedió a Gargantúa !. Gargantúa, un niño de una obra de Rabelais, “Vida de
Gargantúa y Pantagruel”, es educado por un profesor “sabijondo” a base de una
instrucción memorística y teórica. A los 30 años entre otras habilidades recita
libros de memoria al revés. Afortunadamente, su padre advierte que aquellos
estudios, además de no servirles para nada, han vuelto a su hijo necio vanidoso
y ñoño, por lo que le busca un nuevo profesor que le hace olvidar cuanto había
aprendido y le somete a un nuevo programa que atienda por igual al espíritu(actitud)
y al carácter( personalidad).
Podemos decir que el propósito de la enseñanza
no es llenar de conocimientos la mente, sino desarrollar el juicio y la
reflexión. Un escrito francés, Montaigne, nos dirá: “ Prefiero más forjar mi
alma que amueblarla. Más vale una cabeza bien hecha que bien llena.”. La
instrucción, en sí, no tiene sentido si llena la memoria y deja vacía la
conciencia: “ Si del estudio no va a resultar un espíritu y un más sano
raciocinio, prefiero que mi alumno pase
la vida jugando a la pelota; por lo menos su cuerpo ganará en agilidad”, nos
decía también. Y de las superficiales teorías que se enseñaban en las escuelas
de Roma, un filosofo latino-cordobés, Séneca, nos dirá: “Me enseñáis los
acordes de las notas musicales; enseñadme más bien el acorde conmigo mismo,
para que exista coherencia en mi acción. Vosotros sabéis qué es la línea recta,
pero ignoráis qué cosa es moralmente recta”.
Pero nos quedaríamos corto si sólo
uniésemos el saber con la reflexión. Es necesario que el saber esté proyectado
y al servicio de la mejora de la Sociedad. Los profesores no podemos negarnos
al deber de reforzar la
capacidad de crítica social del alumno, para crear alumnos no para la adaptación( productos de una “educación
bancaria”, que impone el saber al alumno, ) sino alumnos para la concienciación y la transformación social . El gran pedagogo brasileño, Paulo
Freire, del que pronto celebraremos el primer aniversario de su muerte por
mucho que los poderosos se empeñen en silenciarlo, doctor Honoris Causa por
multitud de Universidades, asesor de la UNESCO, y con libros clásicos en la
Pedagogía como “ la educación como práctica de la liberta” y “Pedagogía del
oprimido” ) no se cansará de decir: “ La educación necesita tanto de formación
técnica, científica y profesional como de sueño y utopía”.
Pasemos ahora a la segunda cuestión:
la necesidad de considerar/os al/los alumno/os como personas no solamente
pensante, sino también como seres afectivos-emotivos, dotados de sentimientos.
En nuestra práctica tutoría diaria,
repito diaria, sobre todo en el Curso de Diversificación estamos desarrollando
habilidades de competencia social y de mejora de la autoestima. Todo profesor,
obvia decirlo, debería se capaz de infundir en el alumno el sentimiento de
ser aceptados ( somos enseñantes y educadores, o mejor dicho, educadores y
enseñantes, aunque a veces, como todos sabemos, les demos medianamente
importancia a las actitudes en nuestras programaciones o, aun más grave, en nuestra
labor de clase ) . Si esto se alcanza, el sentimiento de ser aceptado, se
consigue una atmósfera cálida y segura en la que hasta los alumnos más débiles
( y no nos limitemos sólo a los alumnos de n.e.e.s) se encuentran cómodos: Los
maestro/as ,profesores/as, demasiados “cientifistas” ( sí, los
racio-aptitudinales ) que guardan las distancias emocionales , que se
parecen a máquinas de saber ( ¡ ... perfectamente hoy substituibles por los
modernos programas informáticos !. ) , y que sitúan el rendimiento academicista
en primer lugar, no hacen sino conseguir, a veces, un ambiente de incomodidad,
de sentimiento de cárcel-escuela, y aún dudados que consigan incardiar en la
cabeza de los chicos unos mínimos ( esos que están en nuestra programaciones
“tan bonitas” ) conceptos. Ya en la vieja China el pensamiento de Confuncio se
apoyaba en el axioma de que “la medida del hombre es el hombre”. “¿ En qué
consiste el sentimiento de humanidad? – preguntó el discípulo – y Confuncio le
respondió: “ Consiste simplemente en amar a todos los hombres”. Y Jesús de
Nazaret hablará a sus alumnos de una escuela social basada en la caridad al
próximo ( prójimo ): “Amaos los uno a los otros...” . “Amarás a tu prójimo
como a ti mismo” . El gran Erasmo
exhortaba a que en labor magistral se elimine la violencia para que evitemos hacer más orgulloso a los
alumnos arrogantes o desesperar a los débiles. Del maestro excesivamente duro
dirá: “Olvida que se aprende a gusto todo lo que enseñan a personas a quien se
ama, y que la vergüenza y la gloria son dos aguijones que pueden estimular a
los niños...Pero la palmeta que nosotros usemos ha de ser una palabra de
orientación o de reproche, tal como a un hombre libre se le puede dirigir, así,
ésta, nuestra disciplina es de
amabilidad y no de venganza”.
Para terminar vamos a hacer algunas reflexiones
sobre la llamada Inteligencia Emocional , no como contraposición sino como
complemento al Cociente Intelectual. En el actual Best seller de Daniel
Goleman, “Inteligencia Emocional”, señala la necesidad de complementar el C.I.
al Cociente Emocional tanto en la vida cotidiana como educativa.
Veamos
algunas de sus respuestas en entrevista ( El País, 19-II-96) para después pasar
a las consideraciones que sobre el Cociente Emocional nos presenta en su libro.
P. – Usted afirma que la inteligencia emocional
puede ser más importante que el Cociente
intelectual. ¿ Cómo ha llegado a esa
conclusión ?. R: Hace un par de años, en Inglaterra, un hombre paseaba a la
orilla de un canal. De pronto vio a una niña que miraba aterrada al agua. Antes
de poder formarse una idea clara y darse cuenta de lo que pasaba con la niña,
se lanzó al canal y salvó a un niño que se estaba ahogando. El hombre se dejó
llevar por su inteligencia emocional, que reaccionó más deprisa que la razón.
P.- Es lo que se llama empatía. R: Efectivamente.
Pero la inteligencia emocional también supone conocer los propios sentimientos
y emplearlo de forma óptima; una persona emocionalmente inteligente sabe case
siempre superar un momento de depresión, es capaz de mantener una actitud
optimista.
P.- Hasta ahora se consideraba que era sobre todo la
inteligencia racional la que fomentaba el éxito en la carrera. Las emociones
eran vistas como obstáculos. R: Lo que está claro es que el cociente
intelectual (C.I. ) sólo determina aproximadamente en un 20% el éxito o el
fracaso, el restante 80% corresponde a toda una serie de factores que se pueden mejorar a lo largo de la vida.
P.- ¿ Ha terminado la era cognitiva ?. R: En
absoluto . Sólo tenemos que añadir el corazón.
Pasemos ahora a desgranar algunos aspectos del libro
de Daniel Goleman sobre Inteligencia emocional:
1º.- Sobre
la importancia excesiva que se le ha dado hasta ahora a la inteligencia
racional, tanto a nivel académico como en la vida en general: “ No obstante, aunque un elevado C.I. no
constituye la menor garantía de prosperidad, prestigio ni felicidad, nuestras
escuelas y nuestra cultura, en general, siguen insistiendo en el desarrollo de
las habilidades académicas en detrimento de la inteligencia emocional”...”El
grado de dominio que alcance una persona sobre estas habilidades ( inteligencia
emocional ) resulta decisivo par determinar el motivo por el cual ciertos
individuos prosperan en la vida mientras otras, con un nivel intelectual
similar, acaban en un callejón sin salida”.
2º.- Sobre los aspectos negativos de no controlar
nuestras propias emociones en las experiencias educativos con niños
alexítimicos ( que no expresan bien sus emociones ) o el contagio de nuestras
propias preocupaciones a la clase: “ Recordemos que es imposible dejar de
mostrar nuestra expresión facial o nuestra postura, y que tampoco hay modo de
ocultar nuestro tono de voz. Si usted comete errores en los mensajes
emocionales que emite de continuo, sentirá que las personas reaccionan de
manera extraña y se sentirá desairado sin saber porqué. Si usted cree que está
expresando felicidad pero, en cambio, lo que muestra es enojo, descubrirá que
los demás están enojados no comprenderá el motivo.
3º.- Sobre las emociones en la vida laboral.
El liderazgo autoritario, la jerarquización rigurosa y el trato con los
subordinados en la baja productividad. “ Cuando la gente se encuentra
emocionalmente tensa no puede recordar, atender, aprender ni tomar decisiones
con claridad. Como dijo un empresario: “el estrés estupidiza a la gente” .
4º.- Las emociones en el rendimiento académico.
Durante mucho tiempo los educadores hemos estado preocupados por las
deficientes calificaciones de los escolares en matemáticas, lenguaje...Pero hay
una carencia mucho más apremiante: el analfabetismo emocional. Goleman señala
los siete ingredientes claves para mejorar el rendimiento académico( aprender a
aprender ) todos ellos relacionados con la inteligencia emocional: 1..- Confianza ( la sensación de que
tiene muchas posibilidades de éxito en lo que emprenda ). 2.-Curiosidad ( la sensación de que
el hecho de descubrir algo es placentero ) 3.- Intencionalidad ( el deseo y la capacidad de lograr algo y
de actuar en consecuencia ). 4.-
Autocontrol (controlar las propias acciones en una forma apropiada a su
edad ). 5.- Relación (
capacidad de comprender y ser comprendido por los demás ). 6.- Capacidad de comunicación ( el
deseo y la capacidad de intercambiar verbalmente ideas, sentimientos y
conceptos con los demás). 7.- Cooperación
( la capacidad de armonizar las propias necesidades con las de los
demás en las actividades grupales.
Los programas de autoconocimiento y de aprendizaje
emocional, llevados a cabo en diversos centros de EE.UU. , centrados en el
dominio de los sentimientos, empatía ( comprender los sentimientos y
preocupaciones de los demás ), comunicación, aceptación, dinámica de grupos
.... favorecieron los siguientes resultados:
-
Autoconciencia emocional: menos índice de suspensiones y expulsiones,
menor sensación de aislamiento y de ansiedad social...
-
Aprovechamiento productivo de las emociones: mayor responsabilidad,
mejora de las puntuaciones obtenidas en los tests de rendimiento....
-
Empatía: mayor capacidad de asumir el punto de vista de los demás,
mayor capacidad de escuchar al otro....
-
Dirigir las relaciones: mayor afirmatividad en la comunicación, mayor
popularidad y sociabilidad, más cooperación....
Fdo. Matías Cáceres (kzeres)
- 1997-
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