oran, Emile Michel - 1960 - Historia y utopia (Kzeres@telefonica.net)
- Highlight Loc. 127-28 | Added on Thursday, July 14, 2011, 12:54 PM
A la larga, la vida sin utopía es irrespirable, para la multitud al menos: a riesgo de petrificarse, el mundo necesita un delirio renovado. Es la única evidencia que se desprende del análisis del presente.
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Cioran, Emile Michel - 1960 - Historia y utopia (Kzeres@telefonica.net)
- Highlight Loc. 289-92 | Added on Tuesday, July 19, 2011, 12:53 PM
Al divinizar la historia para desacreditar a Dios, el marxismo sólo ha conseguido volver a Dios más extraño y más obsesionante. Todo se puede sofocar en el hombre, salvo la necesidad de absoluto, que sobrevivirá a la destrucción de los templos, e incluso a la desaparición de la religión sobre la tierra.
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Cioran, Emile Michel - 1960 - Historia y utopia (Kzeres@telefonica.net)
- Bookmark Loc. 445 | Added on Thursday, July 21, 2011, 08:20 PM
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- Highlight Loc. 445 | Added on Thursday, July 21, 2011, 08:20 PM
Quien
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Cioran, Emile Michel - 1960 - Historia y utopia (Kzeres@telefonica.net)
- Highlight Loc. 445-46 | Added on Thursday, July 21, 2011, 08:21 PM
Quien no haya conocido la tentación de ser el primero en la ciudad, no comprenderá el juego de la política, de la voluntad de someter a los otros para convertirlos en objetos, ni adivinará cuáles son los elementos que conforman el arte del desprecio.
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Cioran, Emile Michel - 1960 - Historia y utopia (Kzeres@telefonica.net)
- Highlight Loc. 451-58 | Added on Thursday, July 21, 2011, 08:23 PM
Examínate en el instante en que la ambición te atenaza, cuando ya es fiebre; después diseca tus «accesos». Comprobarás que están precedidos por síntomas curiosos, por un calorcillo especial que no dejará de seducirte ni de alarmarte. Intoxicado de porvenir por haber abusado de la esperanza, te sentirás súbitamente responsable del presente y del futuro en el corazón de la duración, cargada de tus estremecimientos, y en cuyo seno, agente de una anarquía universal, sueñas estallar. Atento a los acontecimientos de tu cerebro y a las vicisitudes de tu sangre, embebido en tu perturbación, espías y adoras sus signos. Si la locura política fuente de trastornos y de malestares sin igual ahoga, por una parte, la inteligencia, por otra favorece los instintos y te sumerge en un caos saludable. La idea del bien, y sobre todo del mal, que te figuras llevar a cabo, te regocijará y exaltará; y será tal el tour deforce, el prodigio de tus achaques, que ellos te convertirán en dueño de todos y de todo. Sentirás
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Cioran, Emile Michel - 1960 - Historia y utopia (Kzeres@telefonica.net)
- Bookmark Loc. 462 | Added on Thursday, July 21, 2011, 08:24 PM
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- Highlight Loc. 462-70 | Added on Thursday, July 21, 2011, 08:25 PM
Imagina ahora el proceso inverso: la fiebre desaparece y te sientes otra vez desencantado, normal en exceso. No más ambiciones, no más posibilidades, pues, de ser algo o alguien; la nada en persona, el vacío encarnado: glándulas y entrañas clarividentes, huesos desengañados, un cuerpo invadido por la lucidez, puro en sí mismo, fuera de juego, fuera del tiempo, sujeto a un yo congelado en un saber total sin conocimientos. ¿Dónde encontrar el instante que se escapó?, ¿quién te lo devolverá? Por todas partes, frenética o embrujada, hay una muchedumbre de anormales a quienes la razón ha abandonado y vienen a refugiarse cerca de ti, el único que comprendió todo, espectador absoluto, perdido entre los engañados, reacio para siempre a la farsa unánime. Como el intervalo que te separa de los otros no deja de agrandarse, llegas a preguntarte si no habrás percibido una realidad desconocida para los demás. Revelación ínfima o capital, su contenido permanecerá oscuro para ti. De lo único que estarás seguro es de tu ascensión hacia un equilibrio insospechado, promoción de un espíritu que se ha apartado de la complicidad con otro.
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Cioran, Emile Michel - 1960 - Historia y utopia (Kzeres@telefonica.net)
- Bookmark Loc. 475 | Added on Thursday, July 21, 2011, 08:26 PM
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Cioran, Emile Michel - 1960 - Historia y utopia (Kzeres@telefonica.net)
- Highlight Loc. 475-79 | Added on Thursday, July 21, 2011, 08:27 PM
¿Se dan cuenta de la simetría? Para transformarse en un hombre político, es decir, para adquirir el corte de un tirano, es necesario un trastorno mental; para dejar de serlo, se impone otro trastorno: ¿no se tratará, en el fondo, de una metamorfosis de nuestro delirio de grandeza? Pasar de la voluntad de ser el primero en la ciudad a la de ser el último en ella, es cambiar, mediante una mutación del orgullo, una locura dinámica por una locura estática, un género de enfermedad tan insólito que la renuncia que lo precede, y que tiene que ver más con el ascetismo que con la política, no forma parte de nuestros propósitos.
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Cioran, Emile Michel - 1960 - Historia y utopia (Kzeres@telefonica.net)
- Highlight Loc. 521-35 | Added on Thursday, July 21, 2011, 08:37 PM
Si las acciones son fruto de la envidia, entenderemos por qué la lucha política, en su última expresión, se reduce a cálculos y a maniobras apropiadas para asegurar la eliminación de nuestros émulos o de nuestros enemigos. ¿Quieres dar en el clavo? Hay que empezar por liquidar a los que, desde el momento en que piensan con arreglo a tus categorías y a tus prejuicios y han recorrido a tu lado el mismo camino, sueñan necesariamente en suplantarte o en abatirte. Son tus rivales más peligrosos; limítate a ellos, los otros pueden esperar. Si me adueñara del poder, mi primera ocupación sería la de hacer desaparecer a todos mis amigos. Proceder de otra manera es malvender el oficio, desacreditar la tiranía. Hitler, muy competente en la materia, dio pruebas de sabiduría al deshacerse de Roehm, el único hombre a quien tuteaba, y de buena parte de sus primeros compañeros. Stalin, por su parte, no hizo menos, y de ello dan testimonio los procesos de Moscú. Mientras un conquistador triunfa, mientras avanza, puede permitirse cualquier delito; la opinión lo absuelve; pero en cuanto la fortuna lo abandone, el menor error se volverá contra él. Todo depende del momento en el que se mata: el crimen en plena gloria consolida la autoridad, por el miedo sagrado que inspira. El arte de hacerse temer y respetar equivale al sentido de la oportunidad. Mussolini, el típico déspota torpe y desafortunado, se tornó cruel cuando su fracaso era ya manifiesto y su prestigio se había opacado: algunos meses de venganzas inoportunas anularon la labor de veinte años. Napoleón fue más perspicaz: si hubiera hecho ejecutar al duque de Enghien un poco más tarde, después de la campaña de Rusia por ejemplo, hubiera quedado como verdugo; mientras que ahora ese asesinato aparece en su vida como una mancha y nada más. Si, en caso extremo, se puede gobernar sin crímenes, no se puede, en cambio, hacerlo sin injusticias. Se trata, no obstante, de dosificar unos y otras, de cometerlos únicamente por intermitencias.
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Cioran, Emile Michel - 1960 - Historia y utopia (Kzeres@telefonica.net)
- Bookmark Loc. 560 | Added on Thursday, July 21, 2011, 08:42 PM
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Cioran, Emile Michel - 1960 - Historia y utopia (Kzeres@telefonica.net)
- Highlight Loc. 560-63 | Added on Thursday, July 21, 2011, 08:43 PM
El gran error de César fue no desconfiar de los suyos, de aquellos que, observándolo de cerca, no podían admitir su ascendencia divina, y rehusaron deificarlo; en cambio el pueblo sí lo consintió, pues el pueblo lo acepta todo. Si se hubiera desembarazado de ellos, en vez de una muerte sin pompa hubiese conocido una apoteosis prolongada, soberbia delicuescencia a la medida de un verdadero dios. A pesar de su sagacidad, tenía simplezas: ignoraba que nuestros íntimos son los peores enemigos de nuestra estatua.
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Cioran, Emile Michel - 1960 - Historia y utopia (Kzeres@telefonica.net)
- Highlight Loc. 641-51 | Added on Thursday, July 21, 2011, 08:59 PM
El principio de muerte, inherente a todos los regímenes, es más perceptible en las repúblicas que en las dictaduras: las primeras lo proclaman y lo exhiben, las segundas lo disimulan y lo niegan. Lo que no impide que estas últimas, gracias a sus métodos, lleguen a asegurarse una duración larga y sobre todo más consistente: solicitan, cultivan el acontecimiento, mientras que las otras lo dejan de lado, pues la libertad es un estado de ausencia susceptible de degenerar cuando los ciudadanos, agotados por la tarea de ser ellos mismos, sólo aspiran a humillarse y a dimitir, a satisfacer su nostalgia de servidumbre. No hay nada que aflija tanto como la extenuación y la ruina de una república: habría que hablar de ella en el tono de la elegía o del epigrama o, mejor aún, en el de L'Esprit des lois: «Cuando Sila quiso liberar a Roma, ya era tarde; sólo le quedaba un débil resto de virtud, y como siempre tuvo menos que eso, en vez de despertar bajo César, Tiberio, Cayo, Claudio, Nerón, Domiciano, se hizo más servil: todos los golpes fueron contra el tirano, ninguno contra la tiranía». Y es que, precisamente, uno puede llegar a tomarle gusto a la tiranía, pues sucede que el hombre prefiere pudrirse en el miedo antes que afrontar la angustia de ser él mismo. Generalizado el fenómeno, aparecen los césares: cómo recriminarles cuando responden a las exigencias de nuestra miseria y a las imploraciones de nuestra cobardía? En realidad, merecen ser admirados: corren hacia el
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Cioran, Emile Michel - 1960 - Historia y utopia (Kzeres@telefonica.net)
- Bookmark Loc. 762 | Added on Thursday, July 21, 2011, 10:03 PM
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Cioran, Emile Michel - 1960 - Historia y utopia (Kzeres@telefonica.net)
- Highlight Loc. 762-68 | Added on Thursday, July 21, 2011, 10:04 PM
En la medida en que nos acantonamos en este mundo, en lo inmediato, donde las voluntades se enfrentan, donde hace estragos el apetito de ser el primero, un pequeño vicio es más eficaz que una gran virtud. La dimensión política de los seres (entiendo por política la coronación de lo biológico) salvaguarda el reino de los actos, el reino de las abyecciones dinámicas. Conocernos es identificar el móvil sórdido de nuestros gestos, lo inconfesable inscrito en nuestra sustancia, la suma de miserias patentes o clandestinas de las que depende nuestra eficacia. Todo lo que emana de las zonas inferiores de nuestra naturaleza está investido de fuerza, todo lo que viene de abajo estimula: producimos y rendimos más por celos y rapacidad que por nobleza o desinterés.
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Cioran, Emile Michel - 1960 - Historia y utopia (Kzeres@telefonica.net)
- Highlight Loc. 994-98 | Added on Saturday, July 23, 2011, 11:03 AM
El delirio de los indigentes es generador de acontecimientos, fuente de historia: una turba de enfebrecidos que quieren otro mundo, aquí abajo y para pronto. Son ellos los que inspiran las utopías, es a causa de ellos que se escriben. Pero recordemos que utopía significa ninguna parte. ¿Y de dónde serían esas ciudades que el mal no toca, donde se bendice el trabajo y nadie teme a la muerte? En ellas nos vemos constreñidos a una felicidad hecha de idilios geométricos, de éxtasis reglamentados, de mil maravillas atosigantes: así se presenta necesariamente el espectáculo de un mundo perfecto, de un mundo fabricado.
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Cioran, Emile Michel - 1960 - Historia y utopia (Kzeres@telefonica.net)
- Bookmark Loc. 998 | Added on Saturday, July 23, 2011, 11:04 AM
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Cioran, Emile Michel - 1960 - Historia y utopia (Kzeres@telefonica.net)
- Highlight Loc. 998-1012 | Added on Saturday, July 23, 2011, 11:06 AM
Con una minuciosidad risible nos describe Campanella a los solares exentos de «gota, reumatismo, catarros, ciática, cólicos, hidropesía, flatulencias...». Todo abunda en la Ciudad del Sol «porque cada cual se esmera en distinguirse en lo que hace. El jefe que preside cada cosa es llamado rey... Mujeres y hombres, divididos en grupos, se entregan al trabajo sin infringir jamás las órdenes de sus reyes, y sin mostrarse nunca fatigados como lo haríamos nosotros. Consideran a sus jefes como a padres o a hermanos mayores». Boberías similares se encuentran en todas las obras del género, sobre todo en las de Cabet, Fourier o Morris, desprovistos de esa pizca de aspereza, tan necesaria en las obras, literarias u otras. Para concebir una verdadera utopía, para esbozar, con convicción, el panorama de la sociedad ideal, hace falta una cierta dosis de ingenuidad, hasta de tontería, que, demasiado aparente, termina por exasperar al lector. Las únicas utopías legibles son las falsas, las que, escritas por juego, diversión o misantropía, prefiguran o evocan los Viajes de Gulliver, biblia del hombre desengañado, quintaesencia de visiones no quiméricas, utopía sin esperanza. Merced a sus sarcasmos, Swift desestupidizó un género hasta casi anularlo. ¿Es más fácil confeccionar una utopía que un apocalipsis? Una y otro tienen sus principios y sus tópicos. La primera, cuyos lugares comunes están más de acuerdo con nuestros instintos profundos, ha dado lugar a una literatura mucho más abundante que el segundo. No a todo el mundo le es dado calcular una catástrofe cósmica ni amar el lenguaje y la manera como se le anuncia y proclama. Pero aquel que admite la idea y la aplaude, leerá en los Evangelios, con el arrebato del vicio, los giros y frases hechas que se hicieron famosos en Patmos: «se oscurecerá el cielo, la luna no dará su luz, los astros caerán... todas las tribus de la tierra se lamentarán... no terminará esta generación y todas estas cosas ocurrirán».
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Cioran, Emile Michel - 1960 - Historia y utopia (Kzeres@telefonica.net)
- Highlight Loc. 1036-42 | Added on Sunday, July 24, 2011, 12:02 AM
Para aprehender mejor la propia derrota, o la del prójimo, hay que pasar por el mal, y, si es necesario, hundirse en él: ¿y cómo conseguirlo en esas ciudades y en esas islas de donde el mal se encuentra excluido por principio y por razón de Estado? Ahí las tinieblas están prohibidas, sólo la luz es admitida. Ninguna huella de dualismo: la utopía es por esencia antimaniquea. Hostil a la anomalía, a lo deforme, a lo irregular, tiende al afianzamiento de lo homogéneo, de lo típico, de la repetición y de la ortodoxia. Pero la vida es ruptura, herejía, abolición de las normas de la materia. Y el hombre, en relación a la vida, es herejía en segundo grado, victoria de lo individual, del capricho, aparición aberrante, animal cismático que la sociedad suma de monstruos adormecidos pretende enderezar por el camino recto.
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Cioran, Emile Michel - 1960 - Historia y utopia (Kzeres@telefonica.net)
- Bookmark Loc. 1047 | Added on Sunday, July 24, 2011, 12:04 AM
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Cioran, Emile Michel - 1960 - Historia y utopia (Kzeres@telefonica.net)
- Highlight Loc. 1047-52 | Added on Sunday, July 24, 2011, 12:05 AM
Apegada a la descripción de ciudades reales, la historia, que se la mire por donde se la mire corrobora el fracaso, y no el cumplimiento, de nuestras esperanzas, no ratifica ninguna de esas previsiones. Para un Tácito no existe una Roma ideal. Al abolir lo irracional y lo irreparable, la utopía se opone también a la tragedia, paroxismo y quintaesencia de la historia. Cualquier conflicto desaparecería en una ciudad perfecta; las voluntades serían estranguladas, apaciguadas y milagrosamente convergentes; reinaría únicamente la unidad, sin el ingrediente del azar o de la contradicción. La utopía es una mezcla de racionalismo pueril y de angelidad secularizada. Estamos ahogados en el mal.
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Cioran, Emile Michel - 1960 - Historia y utopia (Kzeres@telefonica.net)
- Highlight Loc. 1297-1305 | Added on Monday, July 25, 2011, 06:31 PM
En realidad no tenemos opción más que entre una enferma voluntad o una mala voluntad; la primera, excelente por estar golpeada, inmovilizada, por ser ineficaz; la otra, dañina, es decir movilizadora, investida de un principio dinámico: la misma que mantiene la fiebre del devenir y suscita los acontecimientos. Y ésta es la voluntad que habría que quitarle al hombre si se piensa en una edad de oro. Pero sería tanto como despojarlo de su ser, cuyo secreto reside en esa propensión a dañar, sin la cual no sabríamos imaginarlo. Reacio a su felicidad y a la de los demás, actúa como si deseara la instauración de una sociedad ideal; pero si ésta llegara a realizarse, se ahogaría en ella, pues los inconvenientes de la saciedad son incomparablemente más grandes que los de la miseria. El hombre ama la tensión, el perpetuo encaminarse: ¿hacia dónde iría en el interior de la perfección? Inepto para el eterno presente, teme cada vez más a su monotonía, escollo del paraíso en su doble forma: religiosa y utópica. ¿No sería la historia en última instancia el resultado de nuestro temor al aburrimiento, ese temor que nos hará siempre amar lo picante y lo novedoso del desastre, y preferir cualquier desgracia al estancamiento? La obsesión por lo inédito es el principio destructor de nuestra salvación.
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Cioran, Emile Michel - 1960 - Historia y utopia (Kzeres@telefonica.net)
- Highlight Loc. 1387-92 | Added on Monday, July 25, 2011, 06:44 PM
Puesto que una voz tan autorizada nos instruyó sobre la fragilidad de la antigua edad de oro y sobre la nulidad del futuro, forzoso nos es sacar las consecuencias y no dejarnos embaucar por las divagaciones de Hesiodo ni por las de Prometeo, y menos aún por la síntesis que de ellas han intentado las utopías. La armonía, universal o no, no existió ni existirá jamás. En cuanto a la justicia, para creerla posible, para imaginarla simplemente, habría que gozar de un don de ceguera sobrenatural, de una elección desacostumbrada, de una gracia divina reforzada por una gracia diabólica, y contar, además, con un esfuerzo de generosidad del cielo y del infierno, esfuerzo, a decir verdad, altamente improbable, tanto de un lado como del otro.
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Cioran, Emile Michel - 1960 - Historia y utopia (Kzeres@telefonica.net)
- Highlight Loc. 1413-15 | Added on Monday, July 25, 2011, 06:48 PM
Se dirá que cambiamos un fantasma por otro que las fábulas de la edad de oro son tan válidas como el eterno presente con el que soñamos, y que el yo original, fundamento de nuestras esperanzas, evoca el vacío y a él se reducirá finalmente. Puede ser. ¿Pero acaso un vacío que otorga la plenitud no contiene más realidad que la que posee toda la historia en su conjunto?
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